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La laminación en caliente es un proceso de trabajo de metales que implica calentar una palanquilla o losa de metal a altas temperaturas y luego pasarla a través de un par de rodillos para reducir su espesor y darle diversas formas, como láminas, placas o barras. A continuación se ofrece una descripción general del proceso de laminación en caliente:
Rodillo de laminación en caliente
Calentamiento: el proceso comienza calentando el metal a su temperatura de laminación, que generalmente está por encima de la temperatura de recristalización pero por debajo del punto de fusión. El calentamiento se suele realizar en a.
Descalcificación: Después del calentamiento, la superficie del metal suele contener incrustaciones y óxidos. Estas impurezas se eliminan mediante desincrustación, que se puede realizar de forma mecánica o química. La desincrustación mecánica implica pasar el metal a través de rodillos o cepillos abrasivos, mientras que la desincrustación química utiliza ácidos o soluciones decapantes.
Recalentamiento (opcional): en algunos casos, es posible que sea necesario recalentar el metal para mantener la temperatura de laminación deseada durante todo el proceso. Esto se puede hacer utilizando calentadores de inducción u otros métodos de calentamiento.
Laminación: El metal calentado luego se introduce en un laminador, que consta de un par de rodillos giratorios. Los rodillos ejercen presión sobre el metal a su paso, provocando que se deforme y reduzca su espesor. Los rollos pueden tener diferentes perfiles y tamaños para lograr formas y dimensiones específicas.
Reducción y conformación: A medida que el metal pasa por los rollos, sufre una deformación plástica, lo que reduce su espesor y cambia su forma. El metal se puede laminar varias veces, reduciendo gradualmente su espesor con cada pasada, hasta alcanzar las dimensiones deseadas.
Enfriamiento: Una vez que el metal se ha laminado hasta alcanzar la forma y el espesor deseados, a menudo se enfría usando chorros de agua o aire para evitar la acumulación excesiva de calor y estabilizar su microestructura.
Procesamiento adicional: después del laminado en caliente, el metal puede pasar por procesos adicionales, como recocido, enfriamiento o tratamientos superficiales, según las propiedades y aplicaciones deseadas del producto final.
El laminado en caliente se utiliza comúnmente en la producción de acero, aluminio, cobre y otros metales y aleaciones. Permite la fabricación de una amplia gama de productos utilizados en diversas industrias, incluidas la construcción, la automoción, la aeroespacial y la fabricación.